Fotos de Andrés Lewin, emergencia en Providencia del 17 de febrero 2009
Marzo 8, 2009
Hace unos días el Cuerpo de Bomberos de Santiago asistió a una emergencia en la que se vieron afectadas las instalaciones subterráneas de una compañía eléctrica en el sector de Providencia. Esta traducción comprende un artículo que aborda las características de estos incidentes y la forma en que bomberos debiera combatirlos.
Las escotillas o accesos a las cámaras subterráneas, permiten ingresar a cajas y conductos que corren bajo las calles de la ciudad. Algunos de ellos sirven para evacuar las aguas lluvias, otros llevan líneas de desagüe y otros proveen pasajes para las instalaciones de gas, electricidad y telefonía. La profundidad de las mismas puede variar de una decena de centímetros hasta varios metros bajo tierra.
Este artículo se enfoca en las cámaras de instalaciones eléctricas. Muchas de ellas llevan cables de alto voltaje, interruptores, relés, fusibles, baterías y transformadores. Otras pueden llevar líneas de gas.
Las cámaras subterráneas donde se montan estos servicios varían de diámetro, pudiendo ser de pocos centímetros o hasta el ancho de un closet en el cual se puede caminar. Estos cables pueden transportar voltajes que exceden los miles de kilovoltios (kV). Cuando las cosas marchan mal, puede haber explosiones muy poderosas.
La Causa de las explosiones en las cámaras
Las fallas del cable eléctrico es la fuente de la mayoría de incidentes en estas cámaras. El daño en cables eléctricos puede ser el resultado de defectos de producción, fallas en los empalmes, o de la acumulación excesiva del gas de alcantarilla. Sin embargo, la causa más frecuente de los incidentes en ella, son los cables de transmisión corroídos debido al efecto del agua en las escotillas.
Los fuegos y las explosiones ocurren en escotillas cuando el CO, el gas de alcantarilla, o el gas natural se enciende en el espacio confinado del conducto subterráneo. La fuente de ignición es típicamente un arco o un cortocircuito eléctrico en uno de los cables de alimentación.
Los gases supercalentados se expanden dentro del espacio confinado, creándose presión en el subterráneo la que busca una salida para liberarse. Esta presión se descargará en el punto más débil, es decir, en la cubierta o tapa de escotilla.
Es posible advertir el humo de los aislantes de los cables antes de las explosiones. De vez en cuando, el fuego se muestra a través de la cubierta abierta. Al abrirse la tapa, puede ingresar más oxígeno a los compartimientos debajo de la calle, gatillando explosiones adicionales.
Ciudades antiguas como Nueva York, Boston y Washington D. C., tienen una larga historia de explosiones de las tapas o incidentes relacionados con ellas. Los problemas en escotillas ocurren más frecuentemente durante temporadas frías u durante las oleadas de calor veraniego; calor y frío tensionan la infraestructura debajo de la calle.
En el verano, la demanda excesiva puede sobrecargar y recalentar los cables de alimentación. Cuando los alambres se recalientan, el aislamiento arde dentro del espacio confinado bajo el suelo (donde hay insuficiencia de oxígeno). La combustión incompleta emite monóxido de carbono (CO) y una variedad completa de otros gases inflamables, producto de la descomposición del alambre.
Cuando el CO encuentra una fuente de ignición, puede estallar dramáticamente levantando las cubiertas. Si no se encuentra ninguna fuente de ignición, el CO puede filtrarse en los sótanos de edificios próximos, causando un peligro significativo a la vida. De la misma manera, en el invierno la salinidad de la nieve al derretirse puede llevar el residuo a las cámaras subterráneas, donde actúa como corrosivo para degradar las tuberías y los cables subterráneos, con resultados similares a los anteriores (Nota del traductor: Esto es común en países donde se utiliza sal como aditivo a los pavimentos para disminuir la formación de hielo, debido a que la sal disminuye el punto de congelación del agua).
REGLAS DE FUNCIONAMIENTO
Los siguientes son algunas pautas para maximizar la seguridad al funcionar cerca de las escotillas.
1. No se estacione encima o pase sobre la tapa de una escotilla subterránea. Guarde una distancia de seguridad prudente con una cubierta que emite humo. Las cubiertas de escotilla pueden estar bajo enorme presión de gases explosivos. A diferencia de las líneas de alcantarilla, que emplean las rejillas abiertas para lanzar los gases encerrados, las cubiertas de escotillas para uso general son sólidas y selladas, para evitar el ingreso de aguas lluvias o el escape de fluidos al exterior. Aunque las cubiertas pueden pesar hasta 136 kilos, son el punto débil en el sistema y podrán estallar inesperadamente. Incluso, estas cubiertas han llegado a volar uno o dos pisos. (Existe un caso donde la tapa fue encontrada en la azotea de un edificio de seis pisos). Cuando vuelan, pueden causar serias lesiones. Por lo tanto, se debe considerar muy bien la ubicación de la máquina que responde a la emergencia.
Cuando sea posible, estacione el vehículo en el lado opuesto de la calle, fuera del alcance del humo y a una distancia segura de las cubiertas o tapas que podrían volar por los aires. Cuando una cubierta de escotilla exhibe humo, vapor o llama, bloquee la calle con la bomba o el carro y advierta a la policía. Estacione las bombas cerca de los grifos en caso de que el fuego se expanda a los edificios adyacentes. Vigile las cubiertas en condiciones de volar y tenga el vehículo siempre apuntando hacia la vía de escape en caso de ser necesario.
Use siempre el casco en estas emergencias y manténgase alejado de todas las cubiertas, evitando caminar al lado de los coches estacionados sobre una cubierta de escotilla afectada. Un ejemplo llamativo de qué puede suceder en una emergencia rutinaria de escotillas subterráneas, ocurrió en el 2006, dañando al bombero Marc Kroenung de New York City. Esto sucedió cuando un vehículo fue levantado varios metros en el aire debido a una explosión de una tapa subterránea. Kroenung había estado trabajando en una escotilla humeante y regresaba a su carro para buscar una herramienta, cuando de pronto una segunda escotilla voló. Un Cadillac Escalade, había sido estacionado sobre una tapa subterránea y la fuerza explosiva fue tan grande que lo levantó para dejarlo caer junto a la bomba. Kroenung, quedó atrapado en el compartimiento delantero y debió ser rescatado por otra compañía. El casco y su fortuita ubicación dentro de la máquina le salvaron la vida.
2. Llamar a la empresa respectiva inmediatamente y fijar un puesto de comando unificado. Los bomberos enfrentan estas emergencias con frecuencia, pero son las empresas las que llevan el equipo especializado y tienen mapas de las rejillas o el subterráneo, que incluyen las localizaciones de los interruptores y de las válvulas del cierre. La mitigación del incidente será probablemente a través del aislamiento de los cables de alimentación implicados. Una vez que los trabajadores de la empresa corten la energía del área afectada, se abocarán a reparar los cables dañados. En la mayoría de los casos, el cuerpo de bomberos no será llamado para intervenir directamente en la escotilla o cámara implicada. La responsabilidad más importante de los bomberos es asegurar la escena; proteger el entorno de las exposiciones nocivas, además de monitorear las condiciones en las edificaciones próximas, evacuando a los inquilinos en caso de necesidad. Conseguir el control de la escena y la limitación del acceso a los peatones son igualmente importantes. Las vallas para uso general y las rejillas de la acera podían ser útiles para contener al público. Igualmente, la gente que se encuentre al interior de vehículos estacionados sobre una tapa subterránea que puede estar afectada, debe ser sacada inmediatamente del lugar (véase el número 1).
3. No trate de levantar las tapas de las escotillas para alivianar la presión o el calor. Aunque la ventilación pueda ser una buena táctica, los bomberos no deben retirar las cubiertas en un intento por evacuar los gases a presión. Levantar las cubiertas sin la dirección de un funcionario entrenado de la empresa de servicio público, podía accionar brotes adicionales y dañar a los bomberos. Deje a la empresa de servicio público tirar de las cubiertas si lo necesitan. De hecho, los bomberos no deben tocar cosas metálicas (por ejemplo un poste ligero o una rejilla de la acera) en la vecindad de una escotilla que expele humo, porque podría estar energizada. Mejor acordone el área alrededor de la cubierta con una cinta de la seguridad y lleve a los peatones y espectadores a una distancia de seguridad razonable. Los extractores pueden ser eficaces en la eliminación de los vapores explosivos en las escotillas de ventilación, sin embargo haga esto con cuidado y solamente si es solicitado por los funcionarios de la empresa de servicio público y después de que usted esté seguro que se haya cortado la energía. También, cerciórese de que los ventiladores sean intrínsicamente seguros
4. Verifique la situación de los sótanos con detectores de gas combustible y de monóxido de carbono; haga mediciones continuas de las condiciones y de los cambios a través del analizador. Asigne personal para comprobar los sótanos y los pisos superiores de edificios próximos para tomar mediciones de CO. El CO presenta un peligro para la salud y es altamente explosivo. Nuestra primera prioridad es determinar que no se expone a los inquilinos de las estructuras colindantes a niveles inseguros de CO. El nivel de aire de interior recomendado para el CO es menos de 10 partes por millón (PPM) por un período de ocho horas, según el límite de exposición permitido por EPA. Los niveles superiores a 35 PPM por un período de una hora pueden causar riesgos para la salud. Los bomberos deben seguir sus protocolos departamentales referentes a cuándo evacuar a los ocupantes. Sin embargo deberá evacuar inmediatamente a cualquier persona si está sintiendo los síntomas del CO. Los más comunes son dolor de cabeza, náuseas, vómitos, somnolencia, inconsciencia y mala coordinación, los que son causados por una reducción de la capacidad de la sangre de transportar oxígeno.
(Nota del Traductor: Por su naturaleza, una emergencia de este corte debe combinar una fuerza multitarea de una Compañía de Agua, una de rescate y a lo menos una unidad de Materiales Peligrosos dotada con equipos para el monitoreo y la ventilación).
El CO y otros gases explosivos pueden encontrar su manera de entrar en los sótanos a través de la entrada de servicio eléctrico o de gas subterráneo, donde pueden acumularse y potencialmente estallar. Si se encuentran los niveles elevados o las mediciones se están acercando al límite inferior de explosividad (LEL) en el edificio, la ventilación y la evacuación de inquilinos es lo más recomendado. El CO tiene un rango de explosividad muy amplio que va desde 2 a 74 por ciento en el aire. Con una densidad del vapor de 0.97, puede dispersarse fácilmente y acumularse dondequiera en un edificio. Si los niveles son altos, no intente apagar el interruptor principal del servicio. Haga una medición en el panel del servicio antes de cortar la energía con un instrumento que se ha reseteado a cero afuera, en aire limpio. Esta precaución es necesaria porque el arco creado por el interruptor podría generar una explosión. Ventile primero y supervise los niveles. Utilice los ventiladores intrínsicamente seguros o el ventilador de presión positiva para quitar los gases explosivos de los sótanos si las condiciones lo garantizan.
(Nota del traductor: Evitar el arco o la chispa de los interruptores es clave en los ambientes con gases explosivos. Esta fue una de las razones porque la 18ª no cortó el contacto del vehículo que destrozó una matriz de gas en providencia).
Los incendios en las escotillas pueden causar fuegos eléctricos o las interrupciones en estructuras próximas. Es esencial comprobar edificios adyacentes a fondo, incluyendo los paneles del servicio para saber si hay interrupciones eléctricas. Haga mediciones antes de que la energía vuelva a encenderse. Si se ha perdido la energía y hay ascensores en el edificio, compruebe que no haya ocupantes adentro.
5. No intente extinguir los fuegos en escotillas hasta que la energía esté cortada y sólo si es solicitado por la empresa de servicios. Tirarle agua al fuego es tendencia natural de un bombero. Sin embargo, si el agua se utiliza para extinguir un fuego en escotillas subterráneas antes de que se corte la energía, hay peligro de desestabilizar más la situación y causar mayor actividad eléctrica, además de poner en peligro a los mismos bomberos. Si una escotilla llamea, humea o deja escapar vapor, déjela sola hasta después de que se haya cortado la energía. Los fuegos en escotillas comprometen sobretodo el aislamiento del alambre y los metales combustibles. Por lo tanto, una vez que se corta la energía, el fuego se extinguirá generalmente solo. Si no lo hace, la empresa de servicio público puede pedir a bomberos que extinga el fuego. El conductor de cobre que se usa en los cables se derrite a los 1.082 grados Celsius (1.981°F ) y no será capaz de sostener el fuego una vez que la fuente de calor se quite. De hecho, el polvo de cobre se usa generalmente como agente extintor clase D y es eficaz para los fuegos que implican el litio y las aleaciones del litio.
Recuerde que antes de que se corte la energía, un fuego en escotillas subterráneas es un fuego clase C que puede incluir elementos de la clase D. El agente extintor adecuado sería polvo químico seco o CO2. Apuntar un chorro de agua en una escotilla antes de que se confirme el corte de energía implicará tirar agua a líneas eléctricas energizadas en un espacio confinado. Además el agua puede convertirse explosivamente en vapor dentro del espacio confinado, quizás incluso haciendo volar otras tapas cercanas. Además, inundar una escotilla podría desplazar el CO a otras estructuras circundantes, pudiendo hacer más riesgoso el trabajo de los equipos de reparación, que intervendrán después de que el fuego esté extinguido. Limite el uso del agua a la protección de las exposición al fuego, y evite que entren residuos por la escotilla. Si es necesario intentar la extinción antes de que se apague la energía, el polvo químico seco y el CO2 son los únicos agentes de extinción seguros.
Si la empresa de servicio público le pide que extinga el fuego de una escotilla subterránea, primero compruebe que se ha apagado la energía y enseguida tire agua a distancia usando un chorro remoto sin operadores (monitor). En su libro Responding to Routine Emergencies (Respondiendo a Emergencias Rutinarias), el jefe de batallón Frank Montagna de Nueva York, sugiere usar una manguera abierta con los equipos a una distancia de seguridad. Si la energía está apagada, se puede dejar caer una tira con un gemelo a un metro de profundidad. Los interruptores y las líneas interurbanas se montan en las paredes interiores de la cámara a varias alturas; un gemelo dispersará el chorro a fin de abarcar las diferentes líneas. Porque a menudo hay varias líneas interurbanas o alimentadores que funcionan a través de la cámara, asegúrese de confirmar que la energía se ha cortado en todas las líneas antes de la extinción con agua. Incluso entonces, tenga cuidado. Hasta los supervisores de las empresas pueden incurrir en equivocaciones.
Cuando un transformador subterráneo arde, la empresa de servicio público puede pedir que se use espuma para extinguir el fuego. Estos transformadores pueden contener hasta 1.500 litros de aceite de enfriamiento, y la espuma puede ser eficaz si éstas clasifican para combustibles clase B. Sin embargo, tenga presente que la espuma es más conductora que el agua, así que es especialmente importante comprobar que se ha apagado toda la energía. También observe que el uso del agua o de la espuma puede llenar la cámara y desplazar el CO o el humo a los edificios colindantes. Tome muestras con el analizador en estas instalaciones antes y después de terminar actividades de la extinción.
6. No inhale el humo o los gases que vienen de una escotilla. El humo del aislante puede ser tóxico, y podría haber PCB (Policloruro de Bifenilo) presente si hay un transformador involucrado. Aunque el asbesto no esté presente, ya que tendría que tratarse de instalaciones muy viejas, el humo que se produce al quemar el aislante del PVC puede ser un agente carcinógeno potente y causar un extenso daño de pulmón. Aunque el ERA no sea necesario para los miembros que funcionan en la calle, utilice el sentido común, por ejemplo si usted está lo suficientemente cerca como para inhalar humo. El puesto de comando y las zonas de espera deben estar contra el viento de la escotilla implicada.
7. No entre en una escotilla hasta que la empresa de servicio público les asegure que toda la energía está apagada, usted haya hecho sus mediciones y esté usando el equipo adecuando. Si lo anterior no ocurre, usted no debería entrar a una escotilla para extinguir el fuego; sin embargo, si hay un rescate implicado, probablemente los bomberos sean menos cautelosos. Si entra en una escotilla para efectuar un rescate, espere el corte de energía y use el uniforme completo, incluyendo un ERA. Tome muestras para comprobar si hay presencia de gases explosivos antes de enviar a sus miembros. Las escotillas son espacios confinados bajo el nivel del suelo que pueden ser deficientes en cuanto a la presencia de oxígeno; pueden ser ricos en CO y tener atmósferas inflamables, explosivas, o corrosivas. La falta de protocolos y procedimientos para este trabajo en espacios confinados, puede dar lugar a lesiones respiratorias graves. Si es necesario el rescate de una víctima o la recuperación de un cuerpo, deberá estar listo un equipo de intervención rápida, el equipo de descontaminación debe estar en el lugar y un oficial de seguridad debe supervisar continuamente la atmósfera. Es preferible usar una escala de la empresa de servicio público que sea de fibra de vidrio, si está disponible, a una escala metálica del cuerpo de bomberos. Un trípode y arnés será eficaz para la elevación de la víctima.
VAPORES INFLAMABLES EN ALCANTARILLAS DE AGUAS LLUVIAS.
Los vapores del petróleo pueden viajar a considerables distancias subterráneamente respecto al lugar de ocurrencia. Estos vapores pueden mantenerse en los sótanos que colindan la línea de alcantarilla y encenderse si entran en contacto con el piloto de un calentador o de un horno. La gasolina tiene un rango de explosividad estrecho desde 1.4 a 7.4 por ciento, con un punto de inflamación de -37º C (-36°F), y de una presión de vapor tres a cuatro veces mayor que el aire. Esta presión de vapor permite a la gasolina acumularse y viajar en lugares bajos tales como alcantarillas y sótanos.
Las unidades de respuesta deben tomar mediciones en todas las rejillas de la alcantarilla y comprobar los sótanos adyacentes. Si los vapores están en el rango de explosividad, tome las medidas para atenuar el problema. Busque, contenga, y controle la fuente del escape. Una vez que esté completa esta tarea, use agua para diluir y descargar el combustible. Al usar esta táctica, notifique a la compañía involucrada en procesar el agua de las alcantarillas y si esto no es eficaz, utilice espuma para cubrir el combustible y para inhibir la formación de vapores. Si esto tampoco funciona, podría ser necesario evacuar las estructuras circundantes.
Los incidentes en las escotillas de cámaras subterráneas no son comunes para la mayoría de los cuerpos de bomberos. Sin embargo, pueden presentar un peligro significativo a la vida. La seguridad pública es nuestra principal responsabilidad en estos incidentes. Las operaciones seguras, cautelosas son críticas para la mitigación acertada.
Agradecemos a Frank Montagna y Anthony J. Natale, del Departamento de Bomberos de Nueva York Nueva York, para su ayuda con este artículo.
DOUG LEIHBACHER, veterano con 27 años de servicio bomberil.